martes, 18 de agosto de 2009

Vasos Comunicantes


“... en la cumbre del torrente que clama el retorno perpetuo de las formas dominadas sin cesar por el cambio, sobre el ala batiente de los afectos, de las pasiones levantando y dejando caer de nuevo alternativamente los seres y las cosas, por encima de los fuegos de paja en los que se crispan las civilizaciones, más allá de la confusión de las lenguas y de las costumbres, veo al hombre, lo que de él permanece para siempre inmóvil en el centro del torbellino”.
André Breton

Amo el movimiento. Desde la niña que bailaba todo el día hasta la mujer que reflexiona durante largas horas manejando en la carretera o viajando a otras ciudades. Mi necesidad de encontrar herramientas que ayudaran a los actores a conectarse con su propio movimiento me llevó a la Psicoterapia corporal. Y esto me cambió.

Tras una vida dedicada a la danza, fue hasta entonces que empecé a entenderme desde el cuerpo, y desde ahí entendí que quería ser psicoterapeuta.

El fluir de la vida ha traído muchos cambios; vivir en el campo, criar hijos pequeños… ¿Cómo ser madre, esposa y profesionista sin morir en el intento?

Hace ya 15 años que elegí recorrer los senderos del autoconocimiento. Uno de éstos, Hakomi, ha sido fundamental en mi vida pues le añadió una dimensión espiritual a mi práctica como psicoterapeuta

Hakomi me ha ayudado a entender que la vida tiene muchos momentos diferentes, hay momentos de alegría, de tristeza, de enojo, de confusión… pero nada es permanente, todo cambia momento a momento y en la medida en que nos damos cuenta de esto, aprendemos que la vida es perfecta. Matrixworks me dio la oportunidad de saber que existe una red de interconexión humana que nos sostiene a través de este eterno movimiento.


Todo cambia momento a momento, por que la vida es movimiento.



No hay comentarios:

Publicar un comentario